Hay cosas que nos perturban y lo harán siempre.
¿El por qué? No se sabe o no lo quieres ver.
El mío es un muñeco, bueno, uno entre tantos otros.
Este muñeco está destinado a perseguirme siempre, porque ya no le tengo miedo.
Entonces. ¿Por qué me persigue?
Está en mi cabeza